La Ciudad de los Césares, también conocida como Ciudad encantada de la Patagonia, Ciudad errante, Trapalanda, Trapananda, Lin Lin o Elelín, es una ciudad mítica deAmérica del Sur, que se supone ubicada en algún lugar del Cono Sur (preferentemente en algún valle cordillerano de la Patagonia entre Chile y la Argentina).
La ciudad se caracterizó por ser buscada intensamente durante la época colonial, pues se suponía que había sido fundada según las diferentes versiones, por españoles (náufragos, oexiliados), y/o por mitimaes incas; y que estaba llena de riquezas, principalmente oro y plata.
La primera referencia a una ciudad perdida que se relacionaría con la Ciudad de los Césares, data de 1528; durante la expedición de Sebastián Gaboto al río de la Plata. El capitán Francisco César y catorce hombres más partieron a explorar el territorio hacia el oeste, y se especula que llegaron hasta los Andes o solo hasta las sierras de Córdoba.
César y seis de sus soldados volvieron tres meses más tarde relatando que habían visto una tierra muy rica que tenía "ovejas del Perú" (llamas) y gran abundancia de joyas y metales preciosos. Durante el siglo XVI se empezó a conocer a este misterioso lugar con el nombre de lo de César, a veces con intención burlesca. Cuando las historias comenzaron a hablar de la existencia de una ciudad inca, sus habitantes empezaron a ser llamados Césares.
Como su ubicación era incierta y al no encontrársela, empezó a sugerirse que esta misteriosa ciudad se hallaba mucho más al sur. Postulándose diferentes ubicaciones. Así, según el investigador Ricardo E. Latcham, de haber sido las Sierras de Córdoba, tendría explicación la presencia de llamas y de metalurgia, pues en esa zona habitaban los diaguitas y loscomechingones, ambos influidos por el Imperio inca; aunque estas características también se reflejaban en las otras zonas mencionadas del norte de Chile y Argentina.
En aquella época también circulaban otras historias de un rico asentamiento en el sur del continente, pues un grupo de mitimaes (colonos incas) se movilizaron a la zona de Santiago del Estero en 1535 después de fracasar en un intento de rescatar al noble inca Pablo Inga, guía de Diego de Almagro y medio hermano de Atahualpa. Se creía que ellos llevaban consigo muchas riquezas y que habían fundado una ciudad inca en alguna parte del sur de Argentina. Los rumores e informes de indios que decían haber visitado este asentamiento se sucedieron durante el resto del siglo XVI.
Además, el cronista y maestre de campo Miguel de Olaverria indica que los súbditos incas que habitaban cerca al río Maule, al recibir el asedio de los mapuches y al enterarse que su rey estaba capturado por los españoles, resolvieron no volver a sus tierras, sino migrar a "lo de Cesares". En su informe escribe que ...y pasaron la gran cordillera por el río Putagán que está cerca del dicho rio Maule y hay opiniones que no vinieron al Perú a causa de estar los españoles apoderados de sus tierras y que están poblados en lo que llaman de Cesares sobre la mar del Norte de que hay noticia y muchas señales
Posteriormente, también varias expediciones españolas a la zona del estrecho de Magallanes fracasaron y empezaron a circular historias sobre la fundación de ciudades por parte de sus sobrevivientes, sobre todo acerca de la suerte que corrieron los amotinados de la expedición de Simón de Alcazaba y los náufragos de la expedición armada por el Obispo de Plasencia.
El naufragio de la expedición del Obispo de Plasencia (Gutierre de Vargas y Carvajal) durante la travesía que tenía como fin tomar posesión de la gobernación del Estrecho de Magallanes ocurrió en 1540, cuando ya estaban llegando a su destino. Cerca de 200 personas lograron refugiarse en tierra y se internaron en ella para establecerse hasta que los rescataran. No se tuvo noticias de ellos hasta unos 20 años después, cuando dos de los náufragos lograron llegar a Concepción, en la Capitanía de Chile, y contaron que otros sobrevivientes habían fundado una ciudad en la Patagonia y que las riquezas de los incas estaban en ella.
En 1563, veintitrés años después del naufragio de una de las naves del Obispo de Plasencia, llegaron a Concepción (Chile) dos hombres que habían estado en el barco. Se llamaban Pedro de Oviedo y Antonio de Cobos; y narraron cómo se habían salvado junto con la mayor parte de la tripulación y se habían internado tierra adentro al mando de Sebastián de Argüello, hasta encontrarse con un poblado de indios. Según ellos, después de algunas escaramuzas y un periodo de desconfianza, los españoles lograron asentarse en esa tierra en paz con los aborígenes y tomaron a indias como esposas. En su relato hablaban de un poblado inca ubicado más al norte que estaba en guerra con ellos. Pero más tarde estos dos hombres asesinaron a un amigo del capitán y debieron huir a refugiarse entre aquellos "incas". El escribiente que anotó la declaración de Oviedo señaló que:
A partir de este hecho igualmente se originó la creencia de que probablemente en la región cordillerana, al sur de Valdivia (en la zona norte de la actual Región de Los Lagos de Chile), se encontraba la ciudad principal de los césares, (puesto que se contaban hasta tres); la que se creía que estaba ubicada en medio de una laguna de nombre Payegué o Puyequé(haciendo referencia al Lago Puyehue), cerca de un estero llamado Llanquecó, al este de la cercanas "ruinas de la antigua ciudad de Osorno".4 5 A partir de la destrucción de estas ciudades, también se crearía la versión de que un grupo de los sobrevivientes fueron a asilarse a las pampas del este, donde fundaron la ciudad.6